1954: se bota el submarino Nautilus perteneciente a la Armada de los Estados Unidos, primer navío de propulsión nuclear del mundo que puede permanecer sumergido durante grandes periodos de tiempo, ya que sus motores no necesitan aire para su funcionamiento. Con una velocidad superior a los 20 nudos puede navegar bajo el agua más rápido que la mayoría de los navíos de superficie. En 1958 será el primero en cruzar sumergido los hielos perpetuos del polo Norte.