Los mejores partidos de la historia de Roland Garros. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez esto? Encuentros emocionantes, llenos de tensión, calidad en abundancia. Son algunos de los ingredientes de partidos que marcaron un antes y un después en el evento parisino.
Roland Garros asoma a la vuelta de la esquina. El próximo domingo día 26 de mayos, el Grand Slam parisino iniciará la andadura en el cuadro principal de la 112 edición del más prestigioso torneo sobre tierra batida del tenis mundial. A modo homenaje, en Punto de Break repasamos algunos de los mejores partidos que ha vivido a lo largo de su dilatada historia. Unos escogidos porque marcaron un antes y un después en algunos jugadores, otros por la enorme calidad del juego exhibido, el caso es que ahí va nuestra selección con los 10 mejores encuentros de Roland Garros:
1- Semifinal 2011: Novak Djokovic-Roger Federer: el encuentro fue vendido con el cartel del mejor jugador del momento contra el mejor de la historia. Y la verdad es que no decepcionó. Fue una batalla entre dos hombres jugando al límite de sus posibilidades con un primer set que sencillamente fue inmejorable. Voleas espectaculares, reveses imposibles y derechas ganadoras a las líneas formaron parte de uno de los duelos más intensos, vibrantes y de mayor calidad de los últimos tiempos. Ganó Roger Federer en cuatro sets tras tres horas y 39 minutos de juego en un partido que acabó jugándose al borde de la suspensión por falta de luz y que supuso la primera derrota de Novak Djokovic tras 43 partidos. Aunque en realidad no ganó el suizo, sino Rafa Nadal, que acabaría llevándose la final gracias al “favor” del helvético, como el mismo Federer reconocería ante la prensa.
2- Octavos de final 1989: Michael Chang-Ivan Lendl: fue el día en que un chico de apenas 17 años se rio de un número 1 del mundo. Chang no era nada más que un joven que apuntaba muy buenas maneras. Lendl ya tenía en sus vitrinas ochos Grand Slams pero en la pista dio absolutamente igual. El entonces tenista checo ganó con facilidad los dos primeros parciales, mientras su contrincante no paraba de correr de un lado a otro. Parecía que sería una victoria fácil. Craso error. El norteamericano cambió de estrategia y empezó a jugar bolas altas y sin peso, que no tenían aparentemente otra intención que desquiciar a Lendl. Y vaya que lo consiguieron. Chang le arrebató los dos siguientes sets y consiguió la victoria en un épico quinto set marcado por los enormes calambres que sufrió y que apenas le dejaban moverse, así como por las enormes ganas de vomitar que le entraban tras disputar un punto largo. Por si le faltó algo al partido, hubo también provocación por parte del norteamericano que se permitió el lujo de utilizar el “saque cuchara” en la quinta manga o restar casi en la línea de saque.
En definitiva, un partido, de película. Chang finalmente acabaría ganado su único Grand Slam, aunque como él mismo dijo “a quien había que felicitar no era a él, sino a Jesucristo”.
3- Final 2004: Gastón Gaudio- Guillermo Coria: el “Mago” Coria era uno de esos tenistas predestinados a alcanzar la gloria en París. Lo tenía casi todo para triunfar en tierra. Rápido, buena derecha, consistencia desde el fondo. Con Ferrero lejos de su momento, 2004 se avecinaba como su año. Todo pintaba favorablemente. Ganaba la final cómodamente a su gran rival dentro y fuera de las pistas, Gastón Gaudio. Sin embargo, tras vencer los dos primeros sets, en el tercero comenzó a sentir calambres, lo que le ocasionó perder las dos siguientes mangas. La quinta manga fue un calvario para ambos. Uno atenazado por las rampas, y otro por el miedo a ganar, hasta nueve rupturas de servicio se produjeron. Coria llegó a tener dos bolas de partido pero en su destino no estaba ganar Roland Garros. Esa suerte, le correspondía a Gastón Gaudio.
4- Octavos de final 2009: Robin Soderling-Rafa Nadal: no es este el mejor partido de la historia de Roland Garros, ni siquiera uno de los mejores. Lo contrario sería engañarse pero el hecho de incluirse en esta lista es porque supuso un acontecimiento que sólo ha ocurrido una vez en la vida: ganar a Rafa Nadal en la tierra de Roland Garros. Lo hizo un sueco, desconocido para el gran público que tenía un juego de pista rápida con golpes planos y escaso repertorio en tierra y que incluso había caído dos semanas antes con facilidad ante el balear en Roma (6-1,6-0). Dio igual, el escandinavo, que en la víspera había derrotado a Ferrer, aprovechó las molestias de Nadal en las rodillas y sobre todo su juego corto para sacarlo de la pista a base de saques y derechazos. La Philippe Chatrier acabó rendida alabando al que sería su futuro subcampeón.
5- Final 1984: John McEnroe-Ivan Lendl: McEnroe nunca ganó Roland Garros, pero estuvo a punto de hacerlo en 1984, cuando sucumbió en una hermosa final a cinco sets con Ivan Lendl. Fue un partido de poder a poder, cada uno con sus armas. McEnroe haciendo gala de su gran muñeca izquierda y una notable habilidad en la red. Lendl haciendo uso de un físico envidiable que le llevaría a levantar dos sets abajo y terminar ganando en una quinta manga no apta para cardiácos. Fue la primera victoria de Lendl en un Grand Slam, ya que venía de haber perdido cuatro finales anteriores, y uno de los 36 enfrentamientos (la rivalidad más repetida) en los que ambos tenistas se vieron las caras.
6- Final 1991: Jim Courier-Andre Agassi: ambos jugaron otras grandes finales merecedoras de estar como la de Courier con Bruguera en 1993 o la de Agassi con Andrés Gómez un año antes que luego se supo que había sido disputada con peluca incluida por parte del tenista de Las Vegas. Sin embargo, la de 1991 reunió casi todos los alicientes que se puede pedir a un partido de tenis: emoción a raudales, rivalidad y talento, mucho talento. Hubo cinco sets, y un ganador: Jim Courier, que demostró estar más acertado en los juegos finales.
7- Cuartos de final 1998: Carlos Moyà-Marcelo Ríos: al igual que le ocurrió a Coria, el Chino Ríos era otro de los hombres que parecía tener un Roland Garros en su muñeca. Finalista en Australia ese año y campeón en Indian Wells y Miami, París parecía que este iba a ser el primer Grand Slam de su carrera. Sin embargo, en cuartos de final, la suerte quiso que se viera las caras con Carlos Moyà en lo que fue una final anticipada. El balear, pletórico al saque y excelente con la derecha hizo uno de sus mejores partidos de su carrera y acabó llevándose el encuentro, y finalmente el torneo. Y es que hay veces que los torneos no se ganan en las finales, sino antes. Ríos, nunca más volvió a tener una opción tan clara de victoria.
8- Final 1962: Rod Laver-Roy Emerson: eran otros tiempos y al tenis, se jugaba de forma distinta a como se hace hoy, pero ambos australianos hicieron todo un partidazo en la final del 62. Emerson, había derrotado en semifinales a Santana en un disputadísimo encuentro a cinco sets. También Laver había sufrido lo suyo con Fraser en la ronda anterior y con Mulligan en cuartos, ante el que había tenido que salva una bola de partido. Dio igual, ambos se lanzaron a tumba abierta en un duelo que acabó del lado de Laver tras remontar dos sets abajo y un 0-3 adverso en la cuarta manga. Esa temporada, Laver acabaría llevándose el Grand Slam.
9- Final 1981: Björn Borg-Ivan Lendl: fue el último título de Borg en París y la primera final de Lendl en la ciudad francesa. Una batalla tremenda entre la perfección sueca y la máquina que era Lendl. Cada uno ganó un set hasta que en la quinta manga, “Iceborg” decidió demostrar que el que aún mandaba sobre tierra era él.
10- Cuartos de final 1996: Pete Sampras-Jim Courier: Sampras nunca pisó siquiera la final de Roland Garros, torneo al que parecía tenerle alergia, pero en 1996 dio muestras que por lo menos interés en vencerlo tenía. Tras ganar en las rondas previas a Sergi Bruguera en cinco sets, en cuartos llegó el turno de medirse a su compatriota Jim Courier, bicampeón del evento francés. Tras perder las dos primeras mangas, tiró de casta, orgullo y saque, pues consiguió 28 aces para acabar doblegando la resistencia del rubio americano.
Otros grandes partidos: Juan Carlos Ferrero-Fernando González en los cuartos de 2003, Arnaud Clement-Fabrice Santoro en ese mismo 2003 en lo que es el partido más largo de la historia del torneo (6 horas y 33 minutos), Gustavo Kuerten-Alex Corretja en la final de 2001 o Gustavo Kuerten-Juan Carlos Ferrero en la semifinal del año 2000.
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