5 nov 2012

El nuevo Mazinho?

Levy Madinda
Con la difícil situación económica que atraviesan gran parte de los clubes españoles, el descenso de categoría supone un duro palo, no solo deportivo, sino monetario, del que muchos temen no volver a recuperarse. Y es que el infierno de la Segunda División no entiende de aficiones incondicionales, vitrinas repletas de títulos, ni equipos confeccionados para altas cotas, y eso lo han sufrido conjuntos como el Atlético de Madrid, el Real Betis, el Deportivo, o el Celta de Vigo. Precisamente los celestes regresan esta temporada a la élite, tras un lustro en el fútbol de plata, demasiado para una hinchada que no hace tanto disfrutaba de un equipo que quedó grabado en la retina de todos los vigueses y cualquier amante del buen fútbol, con los Mazinho, Karpin, Mostovoi o Revivo, y que más tarde saboreó la siempre mágica melodía de la Champions retumbando en Balaídos. Sin duda, los tiempos han cambiado, los fichajes de renombre a base de talonario quedaron atrás, y el objetivo de pasearse por Europa año tras año ahora es prácticamente una utopía. En el retorno a la lucha entre los grandes, la ilusión, en una afición exigente y en ocasiones perezosa a la hora de llenar el feudo céltico, es la gran protagonista. Paco Herrera ha conseguido hacer del conjunto 'celtiña' un equipo con un estilo reconocible, cuyo gusto por la posesión de la pelota y el protagonismo en el partido es incuestionable. Otra seña de identidad del nuevo Celta es la manifiesta apuesta por la cantera, como lo demuestra la importancia que han adquirido en el equipo canteranos como Hugo Mallo, Roberto Lago, o la gran estrella de los celestes, Iago Aspas, todos formados en A Madroa, donde se siguen puliendo diamantes de los que se esperan que luzcan, más pronto que tarde, en el primer equipo, como es el caso de Levy Clement Madinda, 20 años, (22 de Junio de 1992, Libreville, Gabón).

Nacido en la capital de Gabón, Levy Madinda militaba en el modestoAS Stade Mandji de su país, cuando los tentáculos del club olívico pusieron sus ojos en él. Eso fue en 2010, cuando ojeadores del club gallego plasmaron en un informe la grata impresión recibida tras verle disputar un torneo en Burkina Faso. Ese mismo año, Madinda se incorporó al Celta de Vigo, firmando un contrato por cinco temporadas e ingresando inmediatamente en el equipo juvenil de División de Honor. Internacional en categorías inferiores con la selección gabonesa, se puede decir que es ya todo un habitual de las convocatorias de la absoluta, con la que ha disputado una decena de partidos y ya ha participado en dos grandes torneos, como fue la Copa África celebrada a comienzos de este año, y los Juegos Olímpicos que han tenido lugar recientemente en Londres. Este verano, Madinda ha declarado, que aunque le hace ilusión llegar al máximo nivel con el Celta, tampoco vería con malos ojos marcharse a jugar a Francia, donde por motivos personales le gustaría residir. De momento, esta temporada ya es uno más en el Celta B, donde se espera que a base de buenas actuaciones golpee la puerta del primer equipo, donde seguro que Paco Herrera está encantado de darle la oportunidad de triunfar.

Levy Madinda es un centrocampista diestro, de perfil puramente ofensivo, que escapa de los parámetros más habituales del futbolista africano, en el que suelen predominar las virtudes físicas sobre las técnicas. No demasiado alto, pero si fuerte y potente, posee un tren inferior muy poderoso. Puede desenvolverse tanto de mediocentro como algo más adelantado, haciendo las veces de mediapunta, o incluso ligeramente escorado al costado derecho, posición en la que ha actuado en varias ocasiones con su selección. Participativo y dotado de mucha clase en el manejo de balón, busca siempre asociarse con los hombres más adelantados, demostrando una más que interesante visión de juego. Explosivo, tiene un buen cambio de ritmo que le posibilita salir de la presión del rival, uniendo a ello una notable conducción del esférico en carrera. Sus habilidades se magnifican cuando disfruta de libertad de movimientos en el medio. Su buen golpeo de pelota hace que sea frecuente verle ejecutar las jugadas a balón parado. Debe ser más regular en lo que se refiere a su incidencia en el juego, donde a veces se muestra muy “guadianesco”, apareciendo solo a pinceladas, y demostrar una mayor intensidad en labores defensivas, aspecto en el que suele ser algo anárquico. De momento, en A Madroa se vislumbra madera de gran jugador, solo el tiempo dictaminará si Madinda es capaz de explotar todo su potencial para triunfar en el mundo del fútbol, ya sea aprovechando la importancia que el Celta está otorgando a la cantera, o emigrando a Francia. 

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