2 abr 2013

La "fauna" de los gimnasios


Los tipos de personas que van a un gimnasio
Seguramente, la gran mayoría de todos nosotros hemos pasado por más de un gimnasio en nuestra vida con las máquinas, el cardio, el spinning o cualquier método de entrenamiento que existen en éstos centros del culto al cuerpo, y posiblemente, habremos podido observar los diferentes grupos de personas que hay y que hasta los podemos clasificar.

Éste post va a hablar de los tipos de personas que van al gimnasio, y es más que probable que todos veamos representados a alguien. Incluso a nosotros mismos. Éste es un post que va a hablar, en tono de humor, de la fauna que nos podemos encontrar en éstos centros del culto al cuerpo.


La parejita: No es difícil ver a una pareja, donde ella se ha apuntado con él al gimnasio simplemente para ir acompañada al mismo. Ella no hace mucho ejercicio y él acaba haciendo poco porque ella no le deja contar bien las repeticiones y además le mete prisa para salir pronto.
El preguntas: Quién no se ha topado alguna vez con el que siempre pregunta: "¿Te queda mucho?" "¿Has acabado?" "¿Te importa si roto contigo?" "¿Puedo coger esa barra?" "¿Ése banco está libre?" "¿Necesitas ayuda?". Todos preguntamos alguna vez, pero ésta persona, lo hace constantemente.


El poses: Está claro que los espejos están para mirarse cuando estás haciendo el ejercicio, pero él lo hace contínuamente. Hace poses, se sube la camiseta para ver los resultados del entrenamiento, para fardar...

El ruidoso: Tirar las pesas contra el suelo nos puede pasar a veces, pero éste individuo las choca, las tira, las grita como si estuviese pariendo y puedes saber las repeticiones que lleva debido a su exagerada respiración.

El perdido: A éste personaje no sabe ni por dónde le da el aire. Lleva años en el gimnasio, pero sin la hoja que le ha hecho el entrenador no sabe ni lo que le toca ni como hacerlo.


El cuadrado: Está más inflado que la mayoría y le encanta que todo el mundo lo sepa. Siempre lleva camisetas rasgadas o de ínfimos tirantes en el que el cuello de la camiseta llega hasta el ombligo.

El solitario: Siempre va solo. Entra, saluda y se centra en lo suyo. Lo hace todo en un tiempo récord y se va a toda leche, la mayoría de las veces, sin ducharse.

El mudo: El introvertido por naturaleza que se pasea por el gimnasio con la mirada en el suelo. Es tan vergonzoso que si le preguntas algo, hace como que ha acabado y te suele contestar con un leve gesto sin despegar la mirada del suelo.


El charlatán: El que conoce a todo el mundo y les pregunta por todo tipo de cuestiones. Saluda sin parar a todos los que entran al gimnasio, sin importarle el tener que dejar la serie que está haciendo en ése momento a la mitad. Le importa más ser sociable y hablar de lo que sea antes que entrenar.


El del móvil: Va con su móvil/smartphone de máquina a máquina, lo mira sin parar, manda mensajes constantemente, chatea o habla mientras está haciendo cardio.


El mala técnica: Éste personajillo hace todos los ejercicios con una técnica nefasta, y lo peor de todo es que te mira a ti como si fueses un bicho raro simplemente porque te molestas en ajustar los asientos, respaldo y bancos de los aparatos a tu medida.

El No-Monitor: Hace de todo lo que te puedas imaginar, menos asesorar y ayudar bien. Suelen ser usuarios muy jóvenes sin experiencia que se dedican a hablar con todo el mundo, a poder ser, personas que les atraigan.

La macizorra: En éste caso hablamos de la chica que está buena, y lo sabe. Suele ir perfecta al gimnasio y casi siempre, está realizando ejercicios de abductores, curl para el femoral tumbado, glúteos... Si te mira, lo hará por encima del hombro SIEMPRE.

El inventor: Éste emplea las máquinas para ejercicios de otros grupos musculares, aprovechando al máximo todo lo que puede dar de sí todas y cada una de ellas. Sin duda, podemos aprender mucho de ellos, incluso los fabricantes especializados en las máquinas para gimnasio deberían contratarles como asesores.

El listillo: Es el típico tío que siempre sabe más que tú. Te corrige los ejercicios desde lejos e incluso te sugiere mejoras para tus rutinas, y además, te cuenta cosas o te dice los errores porque los ha leído en alguna revista de culturismo.

El sudoroso sin toalla: Sabes que ha estado utilizando la máquina que quieres usar por ese reguero de sudor que gotea por el respaldo o porque el suelo de la bicicleta que ha utilizado para hacer cardio parece una piscina municipal.

El lector: Van al gimnasio a leer un libro o a leer las revistas del gimnasio, realizando series eternas que ocupan una máquina durante muchos minutos. No se sabe muy bien si van a entrenar para leer o si lo hacen para lo contrario.
El cantante: Va escuchando la música a todo trapo con sus auriculares y es capaz de tararear o incluso de caturrear las canciones que escucha mientras realiza alguna serie de pesas.

El perfecto: Tiene el cuerpo equilibrado, es guapo, realiza las series con un técnica perfecta, no le sobra nada de grasa, la ropa que lleva le ajusta perfectamente, entrena en un tiempo récord, es la envidia del sector masculino y el terror de las nenas que van al gimnasio.
El copión: Éste se dedica a ver que hace otra persona del gimnasio normalmente más fuerte que él (si está el perfecto es capaz de imitarle hasta sus andares) y realiza el mismo entrenamiento que él. A veces, intenta entrenar a la vez con él.

También hay que resaltar, que al gimnasio van personas completamente normales que no encajan en ninguno de los grupos mencionados arriba, pero por norma general, todos pertenecemos a alguno. 

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