A solo cuatro puntos de poder haber disputado la primera opción mínimamente seria de participación en una fase final mundialista (puesto que esa fue la diferencia sobre el play-off). Ese es el recuerdo más cercano y, a la vez más agradable, de toda la historia del fútbol de Finlandia. Los búhos ocupan el puesto número 85 en el ranking FIFA, algo llamativo por estos resultados mejorados en lo últimos tiempos, aunque realistas con el nivel mostrado en el último siglo que atesoran a sus espaldas (el primer partido internacional lo disputaron en 1911). Sus únicas reseñas en citas finales, datan de más de medio siglo y todas ellas fueron con finalidad olímpica. Pese a todo, aquella mejor cara de hace unos años, ha empeorado en esta fase de clasificación mundialista pues, con un solo punto, son colistas por detrás incluso de Bielorrusia o Georgia (con quien deberían poder competir cara a cara). Sin grandes iconos (su mayor gloria es Jari Litmanen), su bloque apenas encuentra nombres destacados en esquinas concretas del panorama europeo. Analizamos sus cinco mejores jugadores.
Niklas Moisander
El capitán, defensor más fiable, el de mayor experiencia y el único que sería capaz de competir en su línea ante grandes rivales. Más fiable y sólido por alto que por bajo (gran autoridad en táctica defensiva y ofensiva) pese a no ser excesivamente alto, sufre en el giro y en retroceso, aunque se muestra inteligente en los cruces y lee bien cualquier intento rival de desequilibrio. Muchos años siendo uno de los mejores zagueros de la Eredivisie, es intento, voluntarioso ante la necesidad de encontrar salida de balón pese a no ser un gran especialista y con carácter en cada una de sus acciones. Un líder de vestuario en una selección que necesita competidores. Suya es la palabra.
Tim Sparv
Se dio a conocer al gran público en la Eurocopa Sub 20 disputada en Suecia en el año 2009, donde su planta (1.94), corpulencia, fuerza física y capacidad en destrucción medular, llamaron imperiosamente la atención de clubes de superior nivel. Dio el salto a la Eredivisie y, desde entonces, ha ido ganando terreno y consistencia en un campeonato a su medida. En la selección no juega tan centrado, sino que actúa como interior o hasta más tirado en banda (aunque allí pierde buena parte de sus cualidades), pero su determinación y amplitud como comodín medular sigue siendo básico. Tareas destructoras que, ante España, pueden resultar más necesarias que nunca.
Roman Eremenko
Cierto que el fútbol ruso posee argumentos sólidos en su economía como para sobrevalorar a más de un jugador en el mercado de fichajes, pero la realidad es que, conociendo su nivel, no parecen excesivamente altos los 12,9 millones de euros que hace menos de dos años pagó el Rubin Kazan por el que ya es ahora su mejor jugador. Más dinámico, con recorrido y amplitud de aparición como llegador en su etapa en suelo ucraniano (ex Dinamo Kiev), acabó de encontrar un contrato top llegando a su Rusia natal, aunque ha demostrado experiencia, disparos desde media distancia y fortaleza como para alcanzar aún un club de superior prestigio en un campeonato de mayor alcurnia. Jugador fetiche para este site.
Perparim Hetemaj
Nacido en Kosovo y de etnia albano-kosovar, este centrocampista adaptable a diferentes posiciones, ha crecido poco a poco en una carrera que ya cuenta con diferentes saltos y aventuras. No demasiado técnico pero sí tiene buenos argumentos para añadir alternativas al ataque, pues se convirtió en un llegador que siempre aparecía en las cercanías del área rival, asumiendo un papel con mucha amplitud medular para intentar incorporarse a definición desde segunda línea con disparos o cabezazos. Buen lanzador de faltas con su pierna diestra, la que suele sacar partido en el Chievo (como antes hizo en Brescia) para ofrecer pases largos y transiciones rápidas.
Teemu Pukki
Recuperado para la causa gracias a una eliminatoria hace tres años frente al Schalke (donde rompió a los de Gelnsenkirchen en la Ida con el Helsinki), ex el canterano del Sevilla disfruta de pocos momentos de regularidad en el equipo alemán. Grandes movimientos como atacante, inteligencia en desmarques y aportaciones como llegador que, no han terminado de concretar en suelo germano, pero que siempre le ofrecen opciones como segunda posibilidad. Ni físico, ni rápido ni seguramente habilidoso, pero sumamente inteligente en la explotación de sus recursos. Puede jugar como único punta pero rinde más detrás de un delantero que sea más estático.
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